Cuando te amo soy feliz, aun cuando no estas.
Cuando te amo me siento completa, y todas las piezas de mi rompecabezas encajan, todas mis preguntas tienen respuesta.
Cuando no estas, mis ojos te buscan y cuando te veo, encuentran el paraiso. Y por eso te amo, porque cuando veo esa sonrisa, se me ilumina la vida y siento como si empezara de nuevo.
Cuando te amo, es que comprendo el sentido de la vida, el sentido de mi vida...
Esta es la materialización de lo que por muchos años he llamado mi reino, mi espacio. Ese lugar donde entran solo aquellas personas, que de alguna manera u otra se han ganado mi aprecio. Aqui escribo sobre cosas que me ocurren. Cosas que me afectan, cosas que me gustan, lo que me molesta, me da risa, de tooooodo.
jueves, enero 18, 2007
jueves, enero 04, 2007
Lo que se necesita...
Para ser feliz, hay que estar preparado para ser estupido.
O hay que ser estupido para ser feliz?
De acuerdo con la propiedad conmutativa de la suma, el orden de los sumandos no altera la suma, entonces, si ser estupido o feliz primero no debe importar si al final la idea es combinar ambas cosas y lograr la estabilidad emocional si se le quiere llamar asi.
Eso de la estupidez, lo vi en una pelicula, pero me causo una impresion enorme, fue algo asi como un rayo y pense que uno muchas veces dice que por estupido/a deja ir la oportunidad de su vida o tal vez el amor, y supuse que quizas somos demasiado racionales y muy poco estupidos como para ceptar que las oportunidades son calvas y se agarran por los cabellos.
Pero cuál es el requisito verdadero para alcanzar la felicidad? Tener bonitas ideas y ser espontáneos, o tal vez sentarse y esperar a que pasen los dias y no hacer nada. Conozco a alguien que me dijo que uno no debe andar por la vida buscando la felicidad, sino esperar que la felicidad llegue, sin embargo, yo pienso que no podemos dejar este asunto a la suerte o al destino si se cree en él, uno es responsable de administrar la vida que le han prestado y de buscar la mejor manera de sentirse comodo con ella. Eso no quiere decir que uno ha de practicar cosas extremas y peligrosas con el pretexto de alcanzar la felicidad, pero uno con el tiempo aprende que las cosas sencillas a veces nos llenan mas que cualquier expresion de la opulencia.
Hoy por ejemplo, no estoy escribiendo en el lugar que lo hago habitualmente, porque no estoy en mi casa. Estoy en casa de la tia Matahari, vine porque necesitaba buscar algo precisamente para mi pc, me quede un rato hablando y de paso participe en un curso de hacer velas. Ahora estamos hablando de cualquier cantidad de cosas y sobre todo de las velas, y no me he sentido mas tranquila y completa desde hace tanto tiempo que ni recuerdo.
Tal vez, en esa busqueda desenfrenada de la felicidad, alejamos de nosotros las cosas que nos podrian complementar o enfatizar ese o los sentimientos que nos permiten sentirnos completos.
¿Acaso alguna vez descubriremos cuál es el requisito para ser feliz?
O sera sencillamente que los requisitos no son tales requisitos sino sencillamente cosas que ocurren y que es necesario estar alerta para reconocerlas y aprovecharlas?
De cualquier manera, lo importante debe ser aceptar que la felicidad es un estado mental y no concesiones materiales, que la felicidad se alcanza cuando estamos preparados realmente para disfrutarla y no cuando queremos poseerla.
¿Que pasa si a quien quiero no es como me gustan?
¿Qué pasa cuando por diversas razones los estándares físicos a los cuales estamos acostumbrados se rompen en términos de atracción?
Hoy, mientras sostenía una conversación con un amigo, en la que el dejaba claro que el no sale con gordas, me surgió la siguiente pregunta: además del peso y la dimensión, que hace que una flaca difiera de una gorda? La respuesta que obtuve fue: ‘no existe tal otra diferencia, pero es un asunto que mayor apreciación hacia los cuerpos tonificados.’
Pero yo me pregunto, si realmente no existe una diferencia mas que de estándares preestablecidos y que hemos adoptado bajo la influencia de nuestro circulo social, existe la posibilidad de que podamos vivir y aceptar el hecho de que eventualmente podríamos vernos dispuestos a apreciar los cuerpos no tonificados, o en su defecto, lo opuesto de eso que consideramos que es lo que nos gusta?
Que ocurriría si a mi amigo alguna vez le ocurriera lo que le ha ocurrido a tanta gente que conozco, eso de que se ven fascinados por el interior de una persona?. Si llegase a conocer a alguien de manera tan profunda y desinteresada que llegase a enamorarse quizás, de esa persona que no es nada parecido a lo que siempre busco para si? Seria capaz de renunciar al bienestar emocional que podría recibir a cambio de la aceptación? Acaso se perdería de esa placidez, por el hecho de sentirse presionado socialmente quizás?
Mabela dice que cuando ocurre algo así es porque al menos algo, aunque mínimo, debe haber en lo que sean afines y que cuando ocurre, uno no desiste de averiguar que es eso que tienen en común. A eso último yo añadiría, que es esa búsqueda la que hace que te fascines casi sin darte cuenta, que hace que sea algo así como una fijación.
Mucha gente dice que lo afrontaría como algo usual, algo que ocurre con cierta regularidad, y que no tendría nada extraño en cuanto a la reacción, pero yo creo que de una manera natural ponemos cierta resistencia a acceder a estas situaciones. Cuando tenemos convicciones sobre algo y de repente vemos que hay algo que lo contradice entonces por instinto argumentamos sobre esto, y algo parecido ocurre en términos de atracciones físicas.
Tantas veces dejamos ir oportunidades únicas porque pensamos que por el hecho de ser diferentes no debemos aceptarlas. A veces el hombre, o la mujer que puede no complicarnos la existencia y además darnos muchas satisfacciones. Yo pienso que más que un asunto de estándares, esto de la selección debe ser hecho a conciencia, algo así como la elección de un presidente, lo correcto es votar por el individuo, no por el partido político a quien representa.
Alguna vez habré leído que el amor viene vestido de cualquier color, y creo que queda perfecto para el tema. Que importa la contextura física, el color, la estatura, si al final lo que importa es alcanzar la felicidad?
Hoy, mientras sostenía una conversación con un amigo, en la que el dejaba claro que el no sale con gordas, me surgió la siguiente pregunta: además del peso y la dimensión, que hace que una flaca difiera de una gorda? La respuesta que obtuve fue: ‘no existe tal otra diferencia, pero es un asunto que mayor apreciación hacia los cuerpos tonificados.’
Pero yo me pregunto, si realmente no existe una diferencia mas que de estándares preestablecidos y que hemos adoptado bajo la influencia de nuestro circulo social, existe la posibilidad de que podamos vivir y aceptar el hecho de que eventualmente podríamos vernos dispuestos a apreciar los cuerpos no tonificados, o en su defecto, lo opuesto de eso que consideramos que es lo que nos gusta?
Que ocurriría si a mi amigo alguna vez le ocurriera lo que le ha ocurrido a tanta gente que conozco, eso de que se ven fascinados por el interior de una persona?. Si llegase a conocer a alguien de manera tan profunda y desinteresada que llegase a enamorarse quizás, de esa persona que no es nada parecido a lo que siempre busco para si? Seria capaz de renunciar al bienestar emocional que podría recibir a cambio de la aceptación? Acaso se perdería de esa placidez, por el hecho de sentirse presionado socialmente quizás?
Mabela dice que cuando ocurre algo así es porque al menos algo, aunque mínimo, debe haber en lo que sean afines y que cuando ocurre, uno no desiste de averiguar que es eso que tienen en común. A eso último yo añadiría, que es esa búsqueda la que hace que te fascines casi sin darte cuenta, que hace que sea algo así como una fijación.
Mucha gente dice que lo afrontaría como algo usual, algo que ocurre con cierta regularidad, y que no tendría nada extraño en cuanto a la reacción, pero yo creo que de una manera natural ponemos cierta resistencia a acceder a estas situaciones. Cuando tenemos convicciones sobre algo y de repente vemos que hay algo que lo contradice entonces por instinto argumentamos sobre esto, y algo parecido ocurre en términos de atracciones físicas.
Tantas veces dejamos ir oportunidades únicas porque pensamos que por el hecho de ser diferentes no debemos aceptarlas. A veces el hombre, o la mujer que puede no complicarnos la existencia y además darnos muchas satisfacciones. Yo pienso que más que un asunto de estándares, esto de la selección debe ser hecho a conciencia, algo así como la elección de un presidente, lo correcto es votar por el individuo, no por el partido político a quien representa.
Alguna vez habré leído que el amor viene vestido de cualquier color, y creo que queda perfecto para el tema. Que importa la contextura física, el color, la estatura, si al final lo que importa es alcanzar la felicidad?
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