Empecé a correr porque luego de ir muchas
veces al gimnasio y llegar a amarlo, me aburrí. Llegó un punto en que pensar en
el gimnasio me daba dolor de cabeza, así que empecé a caminar mucho, cerca de
8kms diarios, una vez hice 12kms. En el trayecto veía gente correr, no
tantísima, pero ahí estaban ellas. También estaba el millón de gente en las
redes sociales publicando sus fotos de llegada a las metas, con sus caras
triunfantes y satisfechas.
Pero lo que de verdad me hizo convencerme
de empezar a correr fue ver a los amigos #siemprenovios, Rosa y Darwin, lograr
correr 5k después de no haber corrido nunca nada! Ver como se comprometían poco
a poco con su entrenamiento y ver la cara de felicidad y la luz en los ojos de
Rosa cada vez que me contaba en la mañana que había logrado un kilómetro más.
Fue ella, quien me avisó que empezaría un entrenamiento liderado por La
Guagua Runners y yo casi sin pensarlo mandé un email solicitando
información.
El 24 de octubre fui por primera vez en
toda mi vida al parque Mirador Sur vistiendo ropa de ejercicio, con una
botella de agua y "lista" (todo lo contrario) para lo que me
esperaba. Ese día, logré trotar 200 metros corridos como a 12 minutos por
kilómetro, seguidos de 300 metros de caminata por un total de 2kms. A
la franca, yo pensé que moriría.
Es decir, el próximo lunes se cumplirán 5
meses de haber empezado esta aventura y actualmente he corrido sin parar hasta
10k. No siempre lo logro, porque no todos los días son iguales, la mente a uno
lo traiciona en ocasiones, si uno sube de peso le afecta, si se está agotado,
correr en un escenario y condiciones climáticas distintas también afectan; pero
en este preciso instante, haciéndome consciente de que soy una "bebé"
en el running, entiendo que no debo ser desagradecida, he
avanzado mucho y gracias a que no lo hago sola. Tengo un equipo a mi alrededor
increíblemente diverso, ahí he encontrado, además de entrenadores altruistas, a
mi guagüita que es sinónimo de una gran familia, mi grupo de apoyo, paño de
lágrimas, compañeros de alegrías, de comida, de trago.
En estos cinco meses aprendí a sonreír en
las fotos y ahora no hay quien me tome una sin que salgan todos los dientes que
pueda sacar, también identifiqué "LA pose" para crear una ilusión
óptica y por supuesto que el celular de Gabriela tira fotos y les hace Photoshop
de una vez :P, también entendí que no hay manera de lograr una foto sin que
nadie más aparezca, todo el mundo sale aunque sea obligao'!
Yo corro, porque en mi guagüita hay personas que
son verdaderos ejemplos a seguir, como Melissa, que llega al mirador a las
4:55am para poder hacer los kilómetros que le tocan y trabajar luego; Jj que a
unos días de la carrera para la que entrenábamos se lastimó una pantorrilla y a
pesar de eso fue a tomar 640 fotos de la actividad con un entusiasmo que
fácilmente superaba al de cualquiera de los que sí correríamos. También está
Nora, de la guagua grande, que duró meses lesionada y hasta ahora pudo volver a
correr y nunca la vi aburrida sino con una actitud entusiasta y motivadora,
haciendo lo que fuera para estar cerca de los que sí podían hacerlo en lo que
resolvía su situación.
Podría decir que corro por salud, como
mucha gente responde, pero prefiero abundar y decir que yo corro para mantener
mi salud mental. Ser parte de un grupo tan diverso, con gente que es tan igual
y tan diferente a la vez, me ha ayudado a mantener un balance en mi forma de vida,
a afrontar de otro modo las situaciones que no puedo controlar.
Corro, porque aunque hayan días malos, hay
muchos otros buenos en que me supero a mí misma en niveles que nunca habría
imaginado.