1. Empezaré por decir que desde hace algunas semanas decidí vivir alejándome de todo aquello que me genere ansiedad. Lo ideal sería aprender a vivir con ellas (las situaciones y personas) y que no me afecten, pero por lo pronto estoy aprendiendo a no llevarme el mundo por delante y a no dar respuestas emocionales, sino respuestas racionales.
2. Estoy en proceso de aceptar que es mejor que las personas que no quieren estar ni ser parte de tu vida se vayan. Después de todo, no somos dueños de nadie y una presencia involuntaria no aporta nada.
3. No toda la gente es coherente. Las personas no siempre actúan en función de las cosas que dicen y viceversa.
4. Las palabras son del aire, y van al aire.
5. Siempre hay un amor que no se acaba, que se mantiene cerca para cuidarnos y recordarnos que aunque en ocasiones no sea posible vivirlo juntos como pareja, no hay motivos para ignorarlo. Yo tengo de ese amor y le agradezco a diario a Dios por el.
Desde el último post hasta hoy, ha llovido bastante. Siento que he crecido, me divertí bastante, dormí un sueño que no iba a llegar a ninguna parte, pero que disfruté mucho. Lo que no está destinado a ser, sencillamente no prospera. Y puede que en el camino o al final creamos que hemos perdido, pero en realidad hemos ganado experiencia, depende de nosotros aprender o no la lección.
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