Como consecuencia de la tan comentada reforma fiscal, se ha puesto de manifiesto un patriotismo interesante. Digo interesante porque a mi juicio se limita a expresarlo y ejercerlo en las redes sociales.
Debo recordarles, que aunque desde hace algún tiempo me he dedicado a escribir sobre abstracciones personales, creo en el derecho (que a la vez entiendo como un deber) a la protesta que tenemos como ciudadanos. Yo pienso que hay que cumplir con los deberes propios, para poder exigir aquellas cosas que entendemos son nuestros derechos.
Todos los días me pregunto si de verdad los ciudadanos preocupados, que llaman al desorden público a través de facebook y twitter (son las redes sociales que utilizo), entienden que los cambios verdaderos y sostenibles en el tiempo son posibles desde la comodidad de su sala? Y esta pregunta es aplicable a cualquier contexto.
Quizás, las personas a las que leo, o escucho hablar sean de las menos motivadas, es posible que sea una debilidad mía por eso de que uno elige a quien seguir. A lo mejor he tenido el mal juicio de rodearme en todos lados de gente que solo se queja y no hace nada, o peor aun, que se queja y siempre espera que alguien más de el primer paso.
Nótese, que yo con la reforma no estoy de acuerdo en su totalidad, sin embargo, muy lejos de sentarme a esperar a que otros asistan a las protestas fallidas y luego argumentar que esas personas no supieron como hacer, estoy tomando medidas, haciendo un plan para poder sobrellevar el impacto que pudiera generar en mi vida.
Usted no está de acuerdo? Dígalo, pero más importante aún, tome acción, no espere (como siempre) que otro se levante por usted.
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