El 2012 fue una especie de 5to de bachillerato para mí, desde el inicio trajo consigo muchos retos profesionales y sobre todo personales. Mucha ganancia y pérdida emocional, fue un año de muchos disparates y desengaños, pero también de muchísimas experiencias gratas y edificantes.
Lo más importante del 2012 fue haber tomado la decisión de acercarme todo lo que pudiera a vivir en armonía con el universo. Eso sigo aprendiéndolo pero sé que el 2013 será un muy buen escenario para mostrar mi progreso y seguir mejorando.
En ese año reconfirmé que Dios no abandona a sus hijos, que su tiempo es perfecto y que su amor es incondicional e inagotable. Aprendí y decidí que la meta es ser feliz, pero sin dañar a nadie.
A ustedes que me leen, gracias por haberlo hecho un año más, ya llevamos seis de esos y espero tener mas historias y reflexiones que compartir. Les deseo un gran año, y que enfrenten con éxito todos los retos que con el llegarán.
Bienvenido 2013, con todo y lluvia matutina y el montón de nuevos retos que estoy loca por completar!
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