domingo, agosto 09, 2015

Todo a su tiempo y con su justo esfuerzo.

Que todo pasa cuando tiene que pasar? Es posible.
Que si no hacemos nada para que las cosas pasen es poco posible que se den? De eso estoy segura.
Es más o menos una versión ajustada del "Ayúdate que yo te ayudaré" de los religiosos, en todo y para todo.

Constantemente leemos y escuchamos a personas decir que esperan por la oportunidad de su vida o por la ocurrencia de algún milagro que los acerque a aquello que quieren lograr, pero hay un detalle que muchas veces se pasa por alto y es la responsabilidad que tiene cada persona en la materialización de sus anhelos. ¿Ejemplos?
  • Si quieres tener un titulo universitario, debes ir a la universidad y estudiar porque hasta el momento, esos papelitos no los venden en ningún supermercado. 
  • Si quieres tener el trabajo, debes prepararte y ocuparte de poseer un perfil competitivo. 
  • Si quieres que tu relación de pareja perdure, debes hacer tu parte y no sentarte a que sea la otra parte que haga todo el esfuerzo.
  • Si quieres bajar de peso, debes alimentarte correctamente y hacer alguna actividad física que genere un déficit calórico. 
  • Si quieres competir en alguna disciplina y ganar, debes entrenar fuerte y prepararte. 
  • Si quieres ser respetado, debes respetar.

Y podría seguir con una lista sin fin de "si quieres... debes", pero más que dar recetas mi intención es compartir lo que hace algún tiempo comprendí: en la vida no hay garantías de que todo saldrá como lo hemos pensado o como esperamos que resulten, pero la probabilidad de que eso ocurra aumentará en la medida en que nos esforcemos por hacer lo que se necesita para que pasen.

Hay momentos en que es beneficioso sentarse a analizar, sin prejuicios, sin pasiones, sin apegos y de manera imparcial qué estamos haciendo para convertirnos en las personas que queremos ser o para alcanzar las metas que nos trazamos, porque si bien es cierto que todo pasa cuando tiene que pasar, no lo es menos que si para el momento en que llegue ese "tiempo perfecto" no estamos listos, eso que esperábamos no será más que una brisa que nos rozó la piel y que no supimos identificar como la oportunidad que tanto esperábamos.

1 comentario:

Henry dijo...

A título personal creo que el "todo pasa cuando tiene que pasar" es un estado mental de conformismo en el que nos acomodamos para sobrellevar un carga o aceptar una condición. Todas las probabilidades están en el esfuerzo que empeñamos para alcanzar los objetivos que deseamos. Es como (para los que juegan) cuando tu juegas la loto, la gente hasta besa el papelito y lo santiguan, depositando toda su fe en que van a obtener el resultado que desean.

De manera, que cuando el resultado es diferente a lo esperado, los conformistas, tienden a auto-consolarse con un "algún día será".

Así que, estoy totalmente de acuerdo contigo en que, de nosotros depende, la manera y el trayecto en que vamos bordando nuestro futuro.