Nos conocimos el Miércoles 02 de Abril del 2003, cerca de las 4:30pm, y fue amor a primera vista, desde entonces he amado cada segundo que hemos compartido y cada muestra de afecto que nos hemos dado.
Nunca olvidaré esa tarde en que luego de la exitación que me invadía pude por fin ver sus manos, sus mejillas rojas, y aquel atuendo que hacía parecer como si fuese a audicionar para algún comercial de Tv, parecía una manzanita, más lindita. Verla me hizo sentir como si tuviera acceso a todas las cosas maravillosas que dicen que tiene el cielo, como si nada más me importara, como si fuera mía.
Hace casi dos años que tuve que separarme de ella, pero sigue enamorándome cada día con sus ocurrencias, con el amor que me da sin cuestionar la distancia, por esa inocencia y esa sensibilidad que la caracteriza. Sus ojos verdes, expresión de su esperanza, son el lugar donde quisiera estar, y creo que pocos o casi nadie pueden entender esa necesidad mía de quererla.
Hoy cumple seis años y llevo conmigo todo lo maravilloso que ella me ha dado, pero especialmente las ganas de vivir, de ser mejor y volverme Super Tía.
Después de todo, es el único amor que no me ha condicionado, que no me ha cuestionado ni me ha exigido nada, que me da energías para seguir luchando, el único amor al que no he abandonado, del que no me canso, y que espero mantener por siempre.
1 comentario:
Que orgulloso me siento de ti mi hija, tus puntos de vista son muy objetivos
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