La gente suele repetir, que en las malas es que se conoce a los amigos y a quienes nos aman. Yo, pienso que en las malas, los amigos y amantes tienen la oportunidad de estar ahi, para dejar su huella, y que cuando nos hayamos recuperado podamos recordar su entonces insoportable presencia. Si, porque cuando estamos mal, casi siempre somos incapaces de reconocer la ayuda. Pero esa incapacidad nos da derecho de menospreciar a esos que se arriesgan a sabiendas de que pueden ser maltratados? ... yo creo que no.
Aunque estoy convencida de que no, se que hasta yo, y especialmente yo, cuando estoy mal, no se como decirle a la gente que agradezco su presencia, sobre todo silente. Porque cuando escucho ruido, interferencias, no puedo pensar. Y cuando no puedo pensar es como si no viviera.
En algun momento dije aqui, que no se puede ayudar a quien no quiere que lo ayuden. Y ahora digo, que a veces, la mejor ayuda es, dejarnos caer y estar cerca para cuando sea preciso levantarnos.
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