martes, diciembre 26, 2006

El firmamento...

Hoy vi una pelicula, como la septima del dia, pero bueno, lo que me llamo de esa en particular fue que me hizo acordarme de que en la vida podemos ser quienes queremos ser y que cada cual escoje su camino para llegar ahi.

La pelicula es sobre un profesor al que le asignan una clase de 6to grado de los peores estudiantes de toda la escuela. Con metodos un tanto cuestionables, el profesor logro que a fin de año todos sus estudiantes pasaran de curso con notas sobresalientes, las mejores de todo el estado de NY. Si, yo se que eso era una pelicula, sin embargo, eso no quiere decir que cosas como esas no pasen en situaciones reales.

Generalmente, hay una persona o varias personas que nos animan, nos echan porras y nos hacen tomar la decision, esa persona puede ser cualquiera. Lealo bien, CUALQUIERA.
Y llegue a esa conclusion, porque me puse a hacer memoria y a lo largo de los años me he visto influenciada por personas que en situaciones regulares yo jamas pensaria que podrian conducirme al camino correcto. No necesariamente tiene que ser un profesor como en la pelicula.

Yo pienso, que debemos fomentar la autoconfianza en nosotros mismos y en los demas, porque muchas veces maltratamos verbal y psicologicamente a aquellos que tratan de encontrar en nosotros ese voto de confianza para arrancar, ese impulso que a veces se necesita para convencernos de que todo estara bien y que estamos haciendo lo correcto. Los niños por ejemplo, cuantas veces no le hemos dicho a un niño que no invente o que por favor deje de molestar cuando viene a enseñarnos algo que ha hecho y de lo cual se siente orgulloso? No podriamos contarlas, porque lo hemos hecho sin darnos cuenta de que podriamos estar dañando la confianza que esa personita siente por ella misma.
Cuantas veces nos hemos echado para atras cuando pensamos en un proyecto que nos entusiasma, con una excusa que no convenceria ni siquiera al peor pensador del mundo? Acaso sentimos miedo de lo que podemos llegar a ser?

Para apoyar a los demas, debemos apoyarnos nosotros mismos primero, demostrarnos que si creemos en lo que hacemos y que estamos convencidos de que podemos llegar. Mil veces hemos repetido que para querer a los demas debemos querernos nosotros mismos, y esta es nuestra oportunidad de demostrar que de verdad creemos en eso que tanto hemos dicho. Esta es nuestra oportunidad de vernos brillar en el firmamento de nuestras metas, de nuestros objetivos.

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