Aunque tienen significados que podrían interpretarse como parecidos, la obediencia y el respeto no necesariamente se refieren a lo mismo. La obediencia hace referencia al acatamiento de mandatos, normas o leyes; y el respeto hace referencia al miramiento o consideración que puede tenerse por una persona o cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina.
Entiendo prudente hacer una diferenciación de los conceptos, porque muchas veces la gente se confunde y exige algo queriendo otra cosa. En lo que a mí respecta, me gustaría ser respetada más que obedecida, porque prefiero a la gente que puede decidir qué elegir y qué creer a quienes se esconden tras un telón, fingiendo estar convencido de algo y demostrar otras cosas con las acciones.
El respeto a nuestros mayores es un asunto que se nos ha inculcado, desde que somos niños hasta que somos adultos, y hace sentido porque si el diablo sabe más por viejo que por diablo, entonces quiere decir que la experiencia adquirida con el vivir le concede la autoridad. Pero… es respeto u obediencia ciega lo que se nos pide?
Me faltarían dedos para poder contar las veces que he escuchando que para ser respetado hay que respetar. Y según Benito Juárez es el respeto al derecho ajeno lo que constituye la paz. Y ciertamente, las personas a diario se ven en situaciones que ameritan respetar la forma de las demás personas de ver las cosas, de actuar y desarrollar sus vidas, aunque no compartamos sus creencias, debemos respetarlas, porque cada persona es única y por tanto, piensa de una manera única.
Siempre he tenido la creencia de que no puede exigirse lo que no se da, por lo que estoy consciente de que si irrespeto a alguien, ese alguien bien puede hacerse como que no dije nada, o puede responder a mi irrespeto.
Alguien que conozco suele decir que una vez uno aprende algo, lo lleva consigo como si fuese la piel, y si es capaz de olvidar lo que es y lo que ha aprendido, entonces no aprendió nada, pues el conocimiento es perenne y no hay forma posible de deshacerse de él.
Entonces, apegándome a la idea de mi conocido, si eso por lo que yo día por día me sacrifico y me esfuerzo, me hace saber que algunas personas aunque sean mi propia familia podrían necesitar ayuda de un profesional, para subsanar algunas situaciones y mantener su salud física y mental, tengo que quedarme callada y tener la consciencia sucia cuando pase algo inevitable?
Si usted no se siente cómodo recibiendo las respuestas diferentes de las que usted desea escuchar, entonces limítese a hablar de lo que conoce, para que pueda entablar discusiones con fundamento. Pero no quiera usted defender lo indefendible, ni justificar lo injustificable.
Si usted no puede decirse diablo por viejo si no por diablo, entonces no culpe a los demás de su incapacidad de aprender de las vivencias.
Entiendo prudente hacer una diferenciación de los conceptos, porque muchas veces la gente se confunde y exige algo queriendo otra cosa. En lo que a mí respecta, me gustaría ser respetada más que obedecida, porque prefiero a la gente que puede decidir qué elegir y qué creer a quienes se esconden tras un telón, fingiendo estar convencido de algo y demostrar otras cosas con las acciones.
El respeto a nuestros mayores es un asunto que se nos ha inculcado, desde que somos niños hasta que somos adultos, y hace sentido porque si el diablo sabe más por viejo que por diablo, entonces quiere decir que la experiencia adquirida con el vivir le concede la autoridad. Pero… es respeto u obediencia ciega lo que se nos pide?
Me faltarían dedos para poder contar las veces que he escuchando que para ser respetado hay que respetar. Y según Benito Juárez es el respeto al derecho ajeno lo que constituye la paz. Y ciertamente, las personas a diario se ven en situaciones que ameritan respetar la forma de las demás personas de ver las cosas, de actuar y desarrollar sus vidas, aunque no compartamos sus creencias, debemos respetarlas, porque cada persona es única y por tanto, piensa de una manera única.
Siempre he tenido la creencia de que no puede exigirse lo que no se da, por lo que estoy consciente de que si irrespeto a alguien, ese alguien bien puede hacerse como que no dije nada, o puede responder a mi irrespeto.
Alguien que conozco suele decir que una vez uno aprende algo, lo lleva consigo como si fuese la piel, y si es capaz de olvidar lo que es y lo que ha aprendido, entonces no aprendió nada, pues el conocimiento es perenne y no hay forma posible de deshacerse de él.
Entonces, apegándome a la idea de mi conocido, si eso por lo que yo día por día me sacrifico y me esfuerzo, me hace saber que algunas personas aunque sean mi propia familia podrían necesitar ayuda de un profesional, para subsanar algunas situaciones y mantener su salud física y mental, tengo que quedarme callada y tener la consciencia sucia cuando pase algo inevitable?
Si usted no se siente cómodo recibiendo las respuestas diferentes de las que usted desea escuchar, entonces limítese a hablar de lo que conoce, para que pueda entablar discusiones con fundamento. Pero no quiera usted defender lo indefendible, ni justificar lo injustificable.
Si usted no puede decirse diablo por viejo si no por diablo, entonces no culpe a los demás de su incapacidad de aprender de las vivencias.
2 comentarios:
q lindas palabras inspiras
Gracias por leerme y detenerte a comentarme. :)
Publicar un comentario