Así como la mayoría de la gente que no usaba cinturón de seguridad en los vehículos, ahora lo usa porque tuvo un accidente o le pusieron una multa, nosotros en general, pocas veces tomamos precauciones ni sentimos real empatía por las personas a las que le pasan cosas como las de anoche. Si no nos pasó a nosotros o a alguien que conocemos, entonces puede no ser verdad o sencillamente no nos afecta.
En el mensaje escrito en la madrugada les comenté que Carmen Delia, la joven para la cual necesitábamos la donación de sangre, es una allegada mía, la conozco porque es compañera de trabajo de mi esposo, como la veo a diario y hemos compartido mucho, es compañera mía también.
Cuando supe lo que había pasado, no dudé ni por un instante salir de mi casa a media noche para ir a la clínica donde está y ayudar en lo que sea que pudiera. Cuando llegué a mi casa cerca de las 4:00a.m. El esposo y yo enviamos mensajes masivos haciendo la solicitud, sin imaginarnos que ustedes lo harían posible.
No sé como expresar lo agradecida que me siento en este momento con todos ustedes, y con todas las personas que se han solidarizado, las que siguen llamando y escribiendo para saber como está y si ya pudimos resolver, y aquellas que se han puesto a la orden en caso de que se llegara a necesitar más donantes.
Gracias, porque en un momento en el que ya nadie confía en nadie, y en el que estamos prácticamente solos, ustedes confiaron en mí y me han servido de compañía.
En el mensaje escrito en la madrugada les comenté que Carmen Delia, la joven para la cual necesitábamos la donación de sangre, es una allegada mía, la conozco porque es compañera de trabajo de mi esposo, como la veo a diario y hemos compartido mucho, es compañera mía también.
Cuando supe lo que había pasado, no dudé ni por un instante salir de mi casa a media noche para ir a la clínica donde está y ayudar en lo que sea que pudiera. Cuando llegué a mi casa cerca de las 4:00a.m. El esposo y yo enviamos mensajes masivos haciendo la solicitud, sin imaginarnos que ustedes lo harían posible.
No sé como expresar lo agradecida que me siento en este momento con todos ustedes, y con todas las personas que se han solidarizado, las que siguen llamando y escribiendo para saber como está y si ya pudimos resolver, y aquellas que se han puesto a la orden en caso de que se llegara a necesitar más donantes.
Gracias, porque en un momento en el que ya nadie confía en nadie, y en el que estamos prácticamente solos, ustedes confiaron en mí y me han servido de compañía.
1 comentario:
Es una bendicion darse cuenta que aun en estos tiempos en que mucha gente sufre de ese terrible mal que es la indiferencia, otros todavia son capaces de dar y compartir. Espero que tu amiga siga recuperandose, y que tu estes bien. un abrazo
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