miércoles, agosto 06, 2008

No todos los oficios son para todo el mundo...

La experiencia que se tiene con los profesores a través de la vida escolar y universitaria es crucial para el desempeño adecuado del individuo tanto en el plano académico como profesional. Esto quiere decir que la forma justa en que el profesor evalúa al estudiante hará que este en mayor o menor medida se esfuerce por superarse y por ser un buen profesional, y cuando me refiero a la forma justa de evaluación, no quiero decir que hay que ponerle una buena nota aunque no sea merecida, a lo que me refiero es que hay que dar ‘al Cesar lo que es del Cesar’.

Recuerdo que cuando estaba cursando mis estudios de Mercadeo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, me daba todo el coraje del mundo y un poquito mas ver como en una universidad donde la educación es cara, los profesores calificaban a su antojo, y con esto no quiero decir que me calificaban mal, porque al contrario, muchas veces me queje de que me calificaran con igual nota en una asignatura por la que no me esforcé que en una asignatura en la que si di todo de mi. En ese período me tocó aceptar que el profesor Luis Beltré me calificaran con una C, en una asignatura que el profesor ni se presentaba, y yo, todos los viernes haciendo nada en la universidad esperando que el decidiera aparecer algún día, me queje, despotriqué, pero lo tuve que aceptar, porque por razones ajenas a mi voluntad no pude tomar un examen y el profesor me propuso ponerme la misma nota del final en el parcial que había faltado. Pude haber reclamado, porque mi falta fue notificada con anterioridad y en el final a mi me fue muy bien, pero no lo hice, porque entendí que era abusivo de mi parte.

Hoy me encuentro cursando mis estudios de Licenciatura en Psicología Clínica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y me he encontrado con profesores que son exigentes, otros que no lo son para nada, algunos que dan clases y otros que no, pero nunca antes me había tocado un profesor negociante. Debo decir que María Esther Camacho, quien imparte las asignaturas Percepción Humana, Desarrollo Psicológico, Psicología Diferencial, entre otras, que en un semestre regular tienen aproximadamente 30-40 estudiantes cada una. Esta profesora imparte un promedio de 2 talleres por semestre por asignatura, por un valor de RD$500.00 es decir que en una sola sección, esta profesora semestralmente cobra RD$35,000.00 si tomamos una sección de cada asignatura que ella imparte serian RD$105,000.00 sumados al salario que le paga la universidad por cada asignatura. Debe tomarse en consideración que los estudiantes que no pagan, no pasan su asignatura. Yo curse con ella Percepción Humana y debo aclarar que no aprendí nada, porque no se dio clase, no tuvimos material de apoyo, no leímos material de clase, nada. Solo hicimos una exposición de ‘tema libre’ y un taller de Los colores, en el que ella invirtió posiblemente RD$300.00 en comprar dos cajitas de Crayolas y hojas de 11”X17”, en las que garabateamos con los colores y se acabo la clase. Eso con un costo de RD$300.00 y los estudiantes de mi sección (aproximadamente 40) solo pagamos RD$200.00, es decir, que en cuestión de hora y media esta profesora produjo RD$7,700.00 (RD$8,000.00 de la ‘inscripción del curso’ menos los RD$300.00 de materiales). Ella me publicó con un 98 el día 03 de Julio, lo consideré osado, pero no lo refuté, pues yo se que ella no calificó nada y que son números que ella inventa.

Hace unos días, un grupo de estudiantes a los que ella quiso cobrarle un taller de RD$500.00 estaban arremetiendo contra ella, pues porque no le pagaron nada, ella los reprobó a todos, se hizo una comunicación y yo estaba allí. El esposo me dijo que imprimiera mi reporte de calificaciones para que quedara constancia, en caso de que fuere necesario usarlo y así lo hice, me quede con copia impresa y digital. Según supe ella esta suspendida.

Hoy, por casualidad de la vida entre a ver mis notas nuevamente y resulta que ella me cambio la calificación por un 70, y yo no estoy molesta propiamente por el 70, porque otro profesor me publicó un 77 del cual no me siento orgullosa, pero me lo gane con demasiado esfuerzo, sino que me molesta mucho, que ella que no ha hecho ningún esfuerzo juegue con los estudiantes como si fueran muñecos de trapo a los que ella manipula. Esa señora tiene un desorden mental, razón por la que le fue revocada la custodia de sus hijas quienes viven en La Vega con una hermana suya, familiar que no permite que ella se acerque a las hijas. Entonces yo pregunto, ¿CÓMO es que una persona con semejante desequilibrio, que no es capaz de cuidar de su descendencia puede estar a cargo del futuro de esta nación? ¿Es que acaso no existe conciencia en esa universidad? Yo, no solamente hablo por mi, sino que hablo por aquellas personas que sabe Dios todas las cosas que dejan de hacer por pagar esos RD$200.00 o RD$300.00 que les pide una profesora para que puedan publicarle las notas que el estudiante ha ganado con su esfuerzo, o a perdido con su falta de dedicación!

No todos los oficios son para todo el mundo. Esta señora que dice ser educadora, no es más que la responsable de muchos sueños rotos, y de muchos esfuerzos tirados al vacío.
Marjorie Ramos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que fuerte esa situacion, por lo menos gracias a Dios que ya esta suspendida, pero esa denuncia debieron de haberla hecho mucho antes.

Anónimo dijo...

Que fuerte esa situacion, por lo menos gracias a Dios que ya esta suspendida, pero esa denuncia debieron de haberla hecho mucho antes.

Beba_Felina dijo...

Lamentablemente la corrupción arropa todos los ámbitos de nuestra sociedad y la universidades no se escapan de eso. Poner fin a este tipo de cosas es nuestro deber como estudiantes y parte de esta sociedad.

Saludos!