Ayer en mi clase de psicología de los grupos, una compañera cuyo nombre desconozco, hizo su intervención de manera muy elocuente, como pocos lo hicieron en la noche de ayer, pero no pudo evitar que la atención de los pocos hombres que toman la clase,no se centrara necesariamente en su exposición, sino en su pecho.
Ella quizás inocentemente, se vistió y se puso una blusa verde pastel de tela como transparente, sin brassiere, no es que esté mal, sino que si una persona decide NO USAR el sostén, entonces no debe abrazarse para que 'no se note', porque entonces ¿cuál es el objeto de no usarlo?
Desde ayer me dio vueltas en la cabeza esa acción, porque hay tantas cosas en el diario vivir, que hacemos a conciencia, y cuando estamos expuestos queremos esconder, que pasamos por ignorantes, tontos, sinverguenzas, y hasta dementes!
Mi compañera sólo no usó el brassiere, pero que tal una persona que sale a la calle, o va a su trabajo sabiendo que debería hacer una cosa cualquiera y no la hace, y luego cuando toca a los demás notar que hace falta eso que no se hizo, la persona responsable de haberlo hecho entonces busca la manera de limpiarse a toda costa. Es como si tuvieramos que hacer una presentación de algún proyecto de inversión; se prepara la exposición, el argumento, pero no tenemos informes escritos.... Sabemos que no lo hicimos, pero aún así seguimos adelante con la esperanza de que el interlocutor no lo note, así como decían antes los adultos 'como la gatica María Ramos, tira la piedra y esconde la mano'.
A veces, tendemos a no ser responsables de nuestros actos y las consecuencias que estos traen consigo y peor aún, esperamos que los demás acepten como buenos y válidos cualesquiera que sean los argumentos que tengamos. Debemos ser menos Gatica María Ramos, menos egoístas y más responsables con nosotros mismos y con los demás.
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