miércoles, febrero 06, 2008

Flaca, gorda, delgada, llenita...

Recuerdo que cuando era niña, no pese más de 40 libras hasta que cumplí los nueve años, a partir de entonces empecé a subir de peso. Mi mejor amiga en el colegio, no era la mas bonita, pero si tenia un cuerpo muy esbelto, a pesar de su corta edad, todos la miraban a ella, y ya ustedes se imaginaran como fue mi adolescencia, no tras su sombra, pero si con la presión que eso ejercía sobre mi, y no puedo dejar de mencionar, que como tenia demasiado busto y soy bajita me veía mas llenita, y bueno esta de mas decir que no necesariamente tenia mi físico a mi favor.

Conforme fueron pasando los años mami me compraba cualquier cantidad de ropa chula de colores, y yo no me ponía nada de eso, porque yo tenia en mi cabeza que si me vestía de marrón o negro, iba a disimular las no agraciadas proporciones corporales. Me compraron fajas para reducir el vientre, cintura y levantar glúteos; sostenes reductores (que si hicieron efecto por cierto). Más delante, empezó la ola de festejos, actividades, celebraciones y para cada una había un atuendo nuevo, siempre confeccionadas como con 20 varillas por blusa para mantenerme recta y reducir medida. Yo viví siempre muy envidiosa de mi hermana que a diferencia de las casi 28 pulgadas de cintura de las que disponía, siempre usaba pantalones a la cadera, blusas cortas, falditas chulitas enseñando sus lindas 22 pulgadas de cintura.

Empecé un régimen que consistía en comer tres veces al día, siempre a la misma hora, y la última comida del día no debía ser mas tarde de las 7 de la noche. Me tomó un tiempo, pero funcionó, y así llegaron mis dulces dieciséis, con una figura a mis ojos aceptable. Empecé a usar toda esa ropa que antes no usaba porque me sentía avergonzada, y así pasaron los años, deje el régimen que me había impuesto, pero no me sentía ansiosa ni engordaba significativamente. Salía, me encantaba ponerme linda y que me miraran en la calle.

Empecé a modelar, no vayan ustedes a creer que en pasarela y cosas así, sino que ingrese a una agencia de modelos (propiedad de la tía matahari) y bueno, me daba cuenta con mas frecuencia de cuanto engordaba y rebajaba, porque nos mantenían en constante revisión del peso, y si había cualquier eventualidad hacíamos dietas de emergencia (que no son aconsejables para adelgazar a largo plazo).

Me perfore el ombligo, me sentía una princesa, que linda me veía menudita en el espejo, con aquella cintura que logre llevar a 23.5 pulgadas. Podía ir a cualquier casting aun cuando fuere en traje de baño sin preocuparme.

Al finalizar el bachillerato era tan flaca que con mis flamantes 5pies 2pulgadas y media de estatura pesaba 90libras, no porque no comiera, sino porque ya tenia el estomago chiquito y con cualquier cosa me satisfacía. Trataba de comer cosas saludables y nutritivas.

Y todo se mantuvo así hasta que cumplí mis 21 años, se inicio la ingesta de hormonas, y no es que engordara dramáticamente, pero poco a poco fui subiendo de peso, y aunque hiciera dietas y adelgazara nuevamente, el metabolismo ya no estaba igual. Fue así como de mis 90 libras he llegado a mis ciento tantas (que pensaban ustedes, que iba a perder tanto la dignidad y lo iba a decir!?) me preocupo por mi peso, a veces me pongo a dieta pero no funcionan y miren que muchas veces las he hecho sin hacer trampa. Hoy, con mis 24 años me desespero cuando voy a salir y quisiera que me sirviera alguna de las cosas que quiero ponerme, y me aburro y peleo conmigo misma pero al final todo se aclara y se le busca la vuelta.


Yo se que quizás a poca gente le importa mis historial de gordura y delgadez, pero escribo sobre esto porque he estado preocupada últimamente, por la rápida proliferación de los trastornos alimentarios. Cada día mas, en todos los medios se vende la idea de que somos una imagen, y que esa imagen tiene que ser un cuerpo delgado al extremo, influenciando de manera negativa a tantas jóvenes que aun no descubren la belleza que hay dentro de si y recurren a practicas dañinas, que destruyen su integridad física, y todo eso ¿por que? Porque nos hemos olvidado de que belleza no es necesariamente llegar a ser raquíticas, y que si queremos adelgazar, podemos utilizar métodos aunque un poco mas lentos y que requieren de mas esfuerzo, como dieta balanceada y ejercicios. Aprendamos a querernos mas, a valorarnos, renunciemos a querer ser calaveras que se desplazan entre la multitud.

2 comentarios:

Jenniffer G. dijo...

Hay...pero por lo menos pudiste disfrutar alguna vez de lo que se siente tener un cuerpo esbelto :)
Yo desde pequeña siempre he sido gordita, tengo 5'4 de altura y pues sigo siendo gordita.

Tambien me pasa lo mismo que a ti,una vez hice una dieta que me funciono muy pero m uy bien que la gente me preguntaba que hacia, y todo.
Pero desde que cerraron el gim de por donde yo vivia la dieta como que dejo de funcionarme. Luego vine a vivir a miami y plop! imaginate, he subido como unas 20 libras (pendejament*).
Digo asi, porque estoy hasta en un gimnasio, hago dietas, a veces hasta se me olvida comer y no lo hago con esa intencion pero se me olvida, y como quiera sigo en el mismo peso no rebajo ni un chin mana :S. Tengo una sal encima.En cuanto a eso.

Dashy dijo...

yo en cambio, siempre fui delgada, hasta k me case lo peor era que no soportaba ser asi, ahora mira como vivo todo el dia, disque para mantenerme en la linea, pero nada, vamos a ver si mejor organizo mi dieta para poder alimentarme mejor y quedarme como estoy..